Bajo el nombre falso de Javier hay un corredor de apuestas profesional, contratado ahora por una casa para detectar los amaños en el fútbol. Cuenta cómo se trampean ,sobre todo, partidos de Tercera y Segunda B ("Hasta un 40%"), pero también afirma que se pactan alteraciones del partido en Primera y Segunda, ya sea con goles, córners, tarjetas y otras variables. El crimen organizado controla el mercado y cuenta con la complicidad de jugadores y clubes, que en muchas ocasiones encuentran financiación gracias al juego sucio.
Empecemos por lo más importante: ¿se amañan partidos en Primera División?
- Hombre, por supuesto. Es muy difícil, porque hay muchos ojos observando, pero se hace. Y no sólo arreglos deportivos a final de temporada: arreglos por dinero y en noviembre. Este año, por ejemplo, yo he tenido información de varios partidos. Pero lo que es sangrante es lo que pasa en Segunda B y Tercera.
- ¿Por qué?
- El año pasado, en la última jornada de Tercera, de 180 partidos yo tenía información de unos 20 amaños. Si ponéis que al menos un 40% de los partidos estaban amañados en esa última jornada no os equivocáis. La última fiebre son los córners. Es una genialidad.
Javier lleva cerca de 10 años trabajando, profesionalmente, como corredor de apuestas en el fútbol español -lo que quiere decir, en gran medida, corredor de amaños-. Hace unos meses, al igual que las empresas contratan a los hackers que logran burlar sus sistemas informáticos, una casa de apuestas logró hacerle cambiar de bando. En vez de engañar al sistema, pasó a defenderlo.
Concede esta entrevista a condición de proteger su anonimato. No sólo porque también quiere criticar a las casas: «Saben que las apuestas en Segunda y Tercera están podridas, pero no lo denuncian y engañan a sus clientes». También por precaución: «Yo muevo dos millones de euros, pero a veces, con corredores en verdad potentes, he tenido miedo por mi integridad. Son verdaderas mafias». Y cuenta cómo, por ejemplo, hace cinco años unos ucranianos le ofrecieron a un club de Primera comprarle, «cuando ya estaba salvado», los cinco últimos partidos de liga.
Saca la tableta, de última generación. Pone el vídeo de un Hércules-Racing de hace varias temporadas. «Es uno de los casos más divertidos que conozco. El Racing necesitaba ganar, y ganó. Pero en los casos en que se pacta el resultado final, se hace una cosa muy interesante: el que va a perder al final va ganando en el medio tiempo, así puedes apostar a ambas cosas. Lo que pasa es que aquí no les salió bien. Mirad cómo los defensas del Racing pasan de todo, en el primer tiempo, y el Hércules falla lo infallable. Hay veces que la cosa no sale como preveías... El final, es fútbol».
En el vídeo, en efecto, sobre el arco del Racing se suceden las ocasiones, que no entran por poco. Al final, el equipo cántabro gana 3-0, pero aún así baja a Segunda B porque el Murcia le ha ganado a Las Palmas. «Si te fijas en las cotizaciones de ese partido, canta muchísimo: en el descanso, sin estar el balón en juego, cambian drásticamente las apuestas en favor de una victoria del Racing. ¡Sin que se esté jugando! Eso es un indicio claro». El Huesca, perjudicado, denunció después los hechos en la Audiencia Nacional.
- Y si todos lo saben, ¿por qué no se denuncia?
- A veces sí se les escapa. El entrenador de un equipo de la Tercera valenciana, el Acero, que vendió su partido a otro, el Recambios Colón, dejó dicho: «¿Cómo puede ser que lanzásemos 15 córners? Si me dicen que apostamos a eso, me lo creo». Otra vez, las cámaras de Canal + pillaron a Javi Guerra, del Rayo, admitiendo a jugadores del Málaga que había apostado. Eso está ahí, pero la ley del silencio es muy fuerte. La Federación no hace nada, pero en Tercera, y en muchos casos en Segunda B, a los jugadores les interesa más apostar que jugar.
- ¿Se apuesta también a faltas, a otras cosas?
- A tarjetas. Eso es un mercado profundo, es cuantificable, hay árbitros más tarjeteros que otros, se puede hacer una proyección. Córners es un mercado profundo también; faltas no, pitarla o no es muy subjetivo, es impredecible.
- Pero el árbitro podría estar comprado...
- Eso es más difícil, date cuenta que en las categorías inferiores, incluida Segunda B, a veces ganan más ellos que los propios jugadores. Y coño, si entendemos que el juez es corrupto, pues se va todo a la mierda...
- ¿Cómo vive un corredor de apuestas?
- Es una vida de mierda, no te creas, un estrés salvaje. Tengo que ganar tres veces lo que ganaba cuando tenía un trabajo, tengo que verme todos los partidos de Primera, estar colgado del teléfono e internet todo el día... Ahora, es verdad: ganas mucha pasta. Nuestro papel es muy claro. Si tú quieres apostar 30.000 euros no vas a poder. ¿De dónde los sacas, del banco? Yo te los apuesto e incluso, si la información parece buena, si eres hermano de un jugador, no te cobro nada. Por ejemplo, el que supiera que Neymar iba a forzar una amarilla para irse a Brasil [la forzó ante el Rayo para irse al 20º cumpleaños de su hermana] lo tenía hecho.
- ¿Cómo circula la información?
- Hay foros privados, en internet, en los que los corredores compartimos la información. Es un círculo de confianza. Cada cual cubre un mercado, y compartes la información habitualmente cuando tú ya has sacado tajada. Y algunos tenemos contacto con el entorno de los jugadores. Hay ex jugadores de Primera División haciendo de corredores en las categorías pobres.En todos los vestuarios se sabe quién juega y quién no.
- Incluso en los de Primera.
- Por supuesto. Hay que decirlo: hay jugadores profesionales que apuestan por personas interpuestas. No podrían, según la ley del Juego, que creo que es de 2013, pero lo hacen. Alguno hasta lo confiesa, como Demichelis. Pero donde está completamente corrupto es en Tercera y Segunda B.
- ¿Cuál es la dinámica para el amaño de los córners?
- Se sincronizan. Se dicen: «Vamos a hacer 12 córners, pero hasta el minuto 15 estamos tranquilos». Y a partir de entonces empiezan a hacer córners como locos. Si la casa parte de que en 90 minutos se van a hacer 10 corners y en 15 no va ninguno, mueve la línea a 8, por lo tanto tú ya puedes apostar a que se van a hacer más de 9, más de 10 y más de 11. Si haces esas cuatro apuestas, en vez de ganar 1.000 euros ganas 4.000. Cuando la casa lo ve, incluso antes del final, cierra no sólo el partido, sino tu cuenta, echa a los tíos. Un partido de Tercera bien apañado puede dar, resultado incluido, 50.000 euros. La jugada es redonda.
- ¿Las apuestas de Primera se mueven en casas asiáticas?
- En mi cometido actual, que monitorizo cosas raras por todo el mundo, a veces nos llega una alerta sobre un partido de la Liga española, de una apuesta en Singapur, por ejemplo, que sobrepasa en muchos millones de dólares la media de cualquier partido de Primera, que está en unos 15 millones de euros. Eso indica que algo está sucio. El mercado nunca se equivoca. Si un equipo tiene unas posibilidades y otro otras, las apuestas deben responder a esto. Pero ojo, casas asiáticas no quiere decir que estén en Asia, quiere decir que juegan al handicap asiático. La más importante de estas, por ejemplo, es Pinacle, con sede en Panamá.
- ¿Qué es eso del handicap asiático?
- Es una modalidad en la que se apuesta, por ejemplo, a más de 2,5 goles por partido.
- Pero cómo 2,5...
- Sí, a más de dos. Se buscan los pares...
- Suena complicado.
- Mejor, pues no apostéis. Os desplumaríamos. La banca siempre acaba ganando.
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